La Osteopatía es un método de tratamiento manual y natural que nació en EE.UU. a finales del siglo XIX. Su creador fue el Doctor en Medicina Andrew Taylor STILL.
Puso de manifiesto que la interrelación que existe entre el sistema músculo-esquelético y el resto del cuerpo era importante para evitar que aparecieran disfunciones y patologías. Descubrió también que el cuerpo posee una cierta capacidad de autocuración a través de medios de reequilibración propios. El objetivo de todo Osteópata es intervenir sobre las disfunciones somáticas para permitir que los mecanismos intrínsecos de equilibración de sus funciones recuperen la salud del individuo.
Podemos definir la Osteopatía como un método de curación manual de las disfunciones somáticas del cuerpo humano en relación con su participación en los procesos patológicos que conducen a la enfermedad : el tratamiento de estas disfunciones estructurales favorece o ayuda en la curación de ciertas enfermedades.
La Osteopatía la podemos dividir en diferentes apartados dependiendo del tejido lesionado:
• OSTEOPATÍA ESTRUCTURAL, o dirigida al sistema musculoesquelético, donde aplicamos diversas técnicas adaptadas a cada disfunción, a cada tejido, a cada paciente, dándose durante la sesión de tratamiento, un continuo análisis y un continuo decidir del Osteópata, sobre qué técnica aplicar.
• OSTEOPATÍA VISCERAL, orientada a actuar sobre los tejidos que participan en las funciones de las vísceras, las membranas fibrosas en relación, los músculos, los diferentes planos de deslizamiento entre los órganos, los vasos sanguíneos, los nervios, todos los tejidos que aseguran el funcionamiento orgánico, deben estar libres en su paso anatómico, lo que no siempre ocurre y que puede ser debido a adherencias, tracciones miofasciales que dificultan la normal movilidad de las vísceras. Las técnicas manuales viscerales ayudan a liberar interrupciones en el flujo de movilidad, lo que ofrece al organismo una base funcional más útil, productiva y saludable.
• OSTEOPATÍA CRANEAL, que actuando también mediante técnicas manuales, liberan y facilitan la micromovilidad del cráneo y el conjunto de la relación craneosacra a través de las membranas meníngeas y el papel del líquido cefalorraquídeo. Algunas consecuencias de alteraciones posturales, traumatismos, desequilibrios musculares etc, pueden afectar a nervios craneales, arterias, glándulas y otros tejidos, a su paso por orificios craneales o en el interior mismo, lo que puede provocar neuralgias, dificultades de visión, audición, alteraciones de algunas funciones glandulares, vértigos, migrañas, e incluso a través del sistema nervioso vegetativo, trastornos digestivos, respiratorios, vasculares etc.
En cuanto a las indicaciones de la Osteopatía y, debido al poco espacio del que disponemos, nos centraremos en mencionar los problemas más frecuente que se tratan y expresado de manera muy genérica.
El campo de actuación se orienta a todas las estructuras del cuerpo humano y, en lo que se refiere al APARATO LOCOMOTOR, tiene importantes indicaciones en disfunciones que cursan con dolor a nivel de la columna vertebral (cervicalgias, neuralgias, tortícolis, dorsalgias, lumbalgias, ciáticas y, en general, neuralgias de origen vertebral o síndromes compresivos periféricos), o a nivel del troco, región costal, así como dolores en los miembros superiores o inferiores (secuelas de traumatismos, esguinces, tendinopatías etc).
Igualmente tienen indicación especial las cefaleas y síndromes migrañosos, vértigos, trastornos digestivos funcionales, e igualmente de los sistemas cardiorrespiratorio, circulatorio, ginecológico etc. Multitud de trastornos relacionados con la articulación temporomandibular tienen indicación de tratamiento osteopático, es decir, la relación entre el odontólogo y el osteópata amplifica los resultados en el tratamiento de los trastornos oclusales y odontológicos en general.